Suplementación en los deportistas con la L-CARNITINA |
La carnitina es un aminoácido no esencial, pues el cuerpo es capaz de sintetizarlo a partir de los aminoácidos lisina y metionina. En determinadas situaciones, como en bebés prematuros, infancia, embarazo y lactancia, las necesidades de carnitina aumentan, convirtiéndose así en un aminoácido condicionalmente esencial. Las principales fuentes de carnitina son las carnes, las aves y los lácteos. Los vegetales apenas tienen carnitina, por ello los veganos (vegetarianos estrictos) pueden presentar deficiencias de éste aminoácido. La leche materna es también muy rica en carnitina, para poder hacer frente a las grandes demandas de los más pequeños.
La carnitina forma parte de un sistema enzimático que facilita el transporte de ácidos grasos de cadena larga al interior de la membrana mitocondrial para su posterior β-oxidación y obtención de energía. Por si me he pasado con los términos científicos, voy a intentar explicarlo con lenguaje un poco más sencillo. Empecemos con una microclase de biología celular. Nuestro cuerpo está compuesto por células. Dentro de nuestras células hay diferentes orgánulos (pequeños “saquitos” donde se llevan a cabo las distintas funciones). Los orgánulos encargados de producir energía (a partir de los hidratos de carbono y las grasas fundamentalmente) son las mitocondrias, que son algo así como la caldera de nuestra casa. Bien, la carnitina se encuentra en la pared de las mitocondrias y ayuda a que las grasas pasen a su interior y allí puedan ser oxidadas y transformadas en energía. Digamos que sin la carnitina las grasas no pueden pasar al interior de la mitocondria y no pueden ser utilizadas como fuente de energía.
Hay varias formas de carnitina presentes en los suplementos: la L-carnitina y la DL-carnitina. Ésta última es fisiológicamente inactiva en humanos, es decir, no puede desarrollar su función, pero puede competir con la L-carnitina, que es la forma fisiológicamente activa, agotarla y originar debilidad muscular en los tejidos. Por lo tanto no debes consumir nunca suplementos que contengan DL-carnitina.
Un derivado de la carnitina es la
acetil-L-carnitina, que tiene la particularidad de ser capaz de
atravesar la barrera hematoencefálica con mayor facilidad que la
L-carnitina, por lo que se ha estudiado mucho su uso potencial para
enlentecer, e incluso revertir, el deterioro nervioso y cerebral
asociado al proceso de envejecimiento.
A la carnitina se le han atribuido
múltiples beneficios para el organismo. Entre ellos están la mejora de
la salud cardiaca, reducción del colesterol, aumento de la fuerza
muscular en personas con enfermedad vascular periférica, control de peso, etc. En este post me centraré en sus supuestas capacidades para
mejorar el rendimiento deportivo.
Entre los mecanismos postulados a través de los cuales la carnitina mejoraría el rendimiento deportivo están:
- Mejora de la oxidación de las grasas, lo que se traduciría en un incremento en la disponibilidad de energía.
- Aumento del VO2máx .*
- Disminución de los niveles de lactato tras ejercicio físico intenso.
- Mejora de la recuperación tras el ejercicio físico intenso.
- Aumento de la fuerza muscular.
Las dosis que se manejan habitualmente son de 2 g. al día, a estas dosis no se producen efectos adversos.
En la literatura científica
podemos encontrar artículos a favor y en contra de la suplementación con
L-carnitina en deportistas.
Entre los que están en contra sostienen que, mientras que en ciertas patologías (como insuficiencia cardiaca o patología vascular periférica) sí existen deficiencias de carnitina que pueden ser corregidas mediante la suplementación, con la que se consigue aumentar la capacidad para realizar actividad física, dichas deficiencias no se observan en individuos sanos que realizan ejercicio físico, por lo tanto estos últimos no se beneficiarían de la suplementación con L-carnitina. Así mismo, argumentan que no existe suficiente evidencia científica para afirmar que el VO2máx o los niveles de carnitina muscular aumentan tras la suplementación. Por tanto, concluyen que no está justificado el uso de L-carnitina para mejorar el rendimiento deportivo.
Por el contrario, otros autores en otros artículos publicados también en prestigiosas revistas científicas, concluyen que hay suficiente evidencia para afirmar que la suplementación con L-carnitina tiene efectos beneficiosos sobre el entrenamiento, competición y recuperación en el ejercicio físico intenso (Karlic H, Lohninger A. Suplementation of L-carnitine in athletes: does it make sense? Nutrition 2004, 20(7-8)709-712)
La suplementación con L-carnitina tiene efectos beneficiosos sobre el entrenamiento, competición y recuperación en el fútbol. |
Y para terminar, ¿cuál es mi postura al
respecto? La de siempre: ningún suplemento alimenticio puede sustituir
los beneficios de una dieta adecuada y equilibrada y de un buen sistema
de entrenamiento. Si después de haber asegurado esos dos pilares,
queréis probar los efectos de la L-carnitina, elegid una buena marca.
Vosotros sois los que realmente podéis valorar los efectos y beneficios
que se producen (o no) en vuestros trabajados cuerpos.
* VO2máx :es la cantidad
máxima de oxígeno que se consume por cantidad de tiempo, al final de un
trabajo (ejercicio) extenuante. Ofrece una medida de la máxima cantidad
de energía (ATP) que puede alcanzar un individuo durante un ejercicio de
intensidad creciente. Es un parámetro muy importante en la valoración
funcional del deportista.
Tomado de:
Fuente: www.blogs.runners.es
Liga/Sitio: http://blogs.runners.es/nutricion/
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